jueves, 29 de mayo de 2008

Rosario: Un acto patronal

"Los pueblos están sufriendo/ porque sufre su patrón".

Las décimas del "pampa" Cruz, el payador que precedió a los oradores de Rosario, sintetizó mejor que nadie el contenido de la tribuna levantada junto al monumento a la bandera. De Angeli dijo que "no queremos un país de pobres, queremos un país de exportadores". El chacarero finge desconocer que ese ‘modelo de país' no es otra cosa que el monopolio de un grupo de cerealeras y de ‘tradings', y el dominio de los fondos de inversiones y de coberturas que manejan los mercados financieros a término. No dijo una palabra del monopolio estatal del comercio exterior.
Cuando Buzzi contradijo a De Angeli, recordando a "las exportadoras que ganan fortunas", se cuidó muy bien de proponer cualquier cosa contra ellas. El dirigente de la FAA retomó la postura de regatear a los pulpos una porción del superbeneficio que extraen a los trabajadores y a los consumidores.

Una columna de Uatre, encabezada por el burócrata sindical Venegas, siguió las alternativas del acto. Pero la situación de los peones rurales, que soportan una legislación laboral videliana, no tuvo ninguna mención en el palco de las "entidades".

El presidente de la Rural, Luciano Miguens, criador de caballos de polo, reclamó contra el "olvido de un país federal", con la única finalidad de no pagar retenciones. Pero en el país federal de Miguens, los latifundistas tributan el inmobiliario rural a las provincias por la ochentava parte del precio de mercado de la tierra. El ‘federalismo' del latifundio ha construido el atraso argentino.
Llambías, el presidente de la CRA, dijo que "nosotros no somos la Unión Democrática, pero la pareja gobernante no es Perón y Evita". No es la primera vez, sin embargo, que la derecha latifundista quiere meter la mano en la interna peronista, en especial luego del éxito descomunal que tuvo en los '90 con los Menem y los Kirchner. Llambías acertó al marcar los límites brutales del nacionalismo "k".

En este acto de todos hubo gestos hacia todas las clases, menos hacia el obrero rural; nadie habló de los salarios y del trabajo en negro.

Del principio hasta el fin, el acto de Rosario tuvo un contenido abiertamente patronal.

Marcelo Ramal