jueves, 15 de enero de 2009

Los tarifazos de Cristina

La semana pasada anunciaron el aumento de los peajes de ingreso a la Capital. Entre el 100 y el 200%.
Unos días después llegaron las boletas de Edesur, Edenor y Edelap. Más de 750.000 usuarios recibieron boletas con aumentos de hasta el 400%. ¡Un tarifazo digno de las épocas de la hiperinflación... cuando los salarios aumentaron un 20% el año pasado!
El gobierno dice que el aumento afecta sólo a los mayores consumidores. Es falso. Como denuncia el defensor del pueblo, Eduardo Mondino, "en muchos lugares del Gran Buenos Aires se necesita prender un motor para tener agua, y si una familia lo prende tres veces al día, ya superó el consumo de mil kilovatios bimestrales. También está el caso de los hogares humildes que se deben calefaccionar con electricidad" (Ambito Financiero, 14/1).
Sobre los consumos aumentados, vienen los impuestos municipales y el IVA. Denuncia Mondino: "El impuesto municipal pasó de 6 pesos a 65; la contribución municipal pasó de 6 a 38 pesos. Si se suman el IVA y otras cargas, un usuario paga 200 pesos sólo por impuestos frente a 30 pesos que abonaba antes" (ídem).
Por eso, Mondino dictó una resolución reclamando la inmediata suspensión del tarifazo eléctrico.
El martes, para cerrar la faena, aumentó el transporte público: trenes, colectivos y subtes. Entre el 20 y el 25%.
En el curso de una semana, en medio del verano, el gobierno se mandó una gigantesca confiscación del bolsillo popular.
Los aumentos elevarán los beneficios de las privatizadas y mejorarán su situación financiera.
También, sigue De Vido, los aumentos permitirán reducir los subsidios que se les pagan a las privatizadas. Por ejemplo, el tarifazo eléctrico le ahorrará al Estado 800 millones de pesos. Ese ‘ahorro' no irá a la construcción de hospitales o al mejoramiento de las escuelas sino al pago de la deuda externa.
Algunas de las ‘justificaciones' oficiales son, simplemente, una tomadura de pelo. Dicen que aumentan el boleto del tren porque el servicio ha mejorado (¡!) y por "las mejoras constatadas respecto del salario real de la población, acompañadas por una marcada caída en los índices de desocupación" (La Nación, 13/1). ¿De Vido no se enteró de la catarata de despidos y suspensiones en todas las ramas y sectores?
El tarifazo deja en claro la desorientación oficial: mientras pretende financiar el consumo de ciertos bienes, el tarifazo reduce el ingreso disponible para pagar las cuotas del consumo financiado.
Organicemos el rechazo al tarifazo. Reclamemos un salario básico igual al costo de la canasta familiar.