Bajo el lema “¿Cuál es la salida a la crisis mundial?”, el viernes 31/10 tuvo lugar en Junín una importante mesa redonda de debate acerca de la crisis capitalista internacional. El intendente Meoni (cobista, a quien el Partido Obrero viene denunciando desde meses por intentar descargar a través de impuestazos la crisis del municipio sobre las espaldas de los trabajadores) buscó boicotear el debate: primero negó la difusión de la mesa redonda en los medios que le responden, luego cambió la charla de lugar el mismo día viernes y, por último, le ordenó a su Secretario General y de Seguridad, Damián Itoiz, que se ausentara del debate, si bien había comprometido su participación semanas atrás.
De todos modos, una fuerte agitación política con miles de afiches y volantes y recorridas por los medios de prensa locales, espacios públicos, lugares de trabajo y de estudio, pudo asegurar una difusión masiva de la mesa, así como su realización exitosa, con cincuenta presentes y la participación de Ricardo Santamaría, coordinador del Área de Administración y Economía de la UNNOBA; Julio Henestrosa, secretario general del Sindicato de Empleados de Comercio; Ricardo Petraglia, concejal, candidato a intendente y titular del MID; y Christian Rath, dirigente nacional del PO. Entre los asistentes, se destacó la presencia de numerosos dirigentes sindicales, periodistas, docentes, médicos, jubilados, estudiantes, trabajadores y compañeros de los barrios organizados en el Polo Obrero.
Durante su exposición, Santamaría señaló que la crisis iba a afectar a la Argentina a partir del descenso en el precio de los commodities y de las dificultades para conseguir financiamiento interncacional; sin embargo, aclaró que nuestro país no iba a ser de los más perjudicados por la bancarrota. En este punto, expresó las ilusiones de algunos sectores que esperan que la crisis se circunscriba a las economías de los países centrales, sin notar que los Estados imperialistas buscarán descargar sus consecuencias sobre las naciones oprimidas.
Por su parte, Henestrosa denunció la continuidad anti-obrera entre las legislaciones de Menem-Cavallo y del matrimonio Kirchner. Señaló, entre otras cosas, que los empleados de comercio, una de las concentraciones obreras más numerosas de la ciudad, son obligados a trabajar sábados y domingos, que no se les paga horas extras y que, incluso, para solicitar un inspector laboral del Estado, deben hacerlo en Pergamino y subsidiarle el costo del viaje y la estadía. En relación a los despidos y suspensiones, manifestó que ya se estaban produciendo por miles en todo el país, y convocó a los compañeros del Partido Obrero de Junín a organizar un próximo debate sobre la situación del movimiento obrero frente a la crisis.
La necesidad de elaborar un programa de salida al derrumbe fue uno de los ejes de la mesa. Petraglia, luego de enfatizar la naturaleza financiera de la crisis, diferenciándola de lo que denominó la economía real, propuso una deliberada intervención estatal orientada a favorecer el desarrollo de las PyMEs, rediseñar el régimen impositivo, impulsar una política social transparente y no clientelística y evitar la fuga de capitales a través de regulaciones más eficientes y mayores controles.
La intervención de Christian Rath apuntó a desnudar la naturaleza capitalista de la bancarrota, que tiene su origen en una colosal crisis de sobreproducción. Denunció la superexplotación laboral y las burbujas financieras como dos intentos de los capitalistas por evitar la tendencia decreciente de la tasa de ganancia. Rath puso de relieve que el derrumbe capitalista ponía en cuestión una organización social que, regida por el fin de lucro, sólo tenía para ofrecer a las masas una mayor pauperización de sus condiciones de vida. En este punto, defendió la necesidad de construir una alternativa obrera y socialista.
Luego de las exposiciones, se sucedieron numerosas intervenciones del público, que participó ávido del debate. No tardó en emerger la situación de los ferrocarriles, problemática siempre latente en Junín. Los célebres talleres ferroviarios, donde trabajaban más de 5000 obreros, se encuentran hoy absolutamente devastados. Es clara la incapacidad del actual régimen social para proceder a una reconstrucción del sistema ferroviario nacional, lo cual implicaría una reorganización planificada del transporte en su conjunto, algo incompatible con un sistema dominado por la connivencia de intereses entre los sucesivos gobiernos y la patria contratista.
En cuanto al tema salarial, desde el público un dirigente sindical justificó la política del gobierno y de la burocracia, argumentando que los salarios deben ajustarse a las necesidades de la competencia capitalista. Rath lo refutó, explicando que siguiendo el razonamiento de sostener la “competitividad” de la industria nacional, los trabajadores argentinos no deberían pedir mayores salarios que los trabajadores chinos. Sin embargo, manifestó, de lo que se trata es de proteger las condiciones de vida de las masas frente a la crisis, lo cual sólo es posible a partir de luchar por un aumento general de los salarios, que eleve su poder adquisitivo al costo de la canasta familiar, lo cual impulsaría decisivamente el mercado interno.
Sobre el final, muchos resaltaron el valor de la mesa ante la carencia de debate político organizado en Junín, felicitaron al Partido Obrero de la localidad por la iniciativa, adquirieron nuestros materiales y dejaron sus datos para participar de futuras actividades.
De todos modos, una fuerte agitación política con miles de afiches y volantes y recorridas por los medios de prensa locales, espacios públicos, lugares de trabajo y de estudio, pudo asegurar una difusión masiva de la mesa, así como su realización exitosa, con cincuenta presentes y la participación de Ricardo Santamaría, coordinador del Área de Administración y Economía de la UNNOBA; Julio Henestrosa, secretario general del Sindicato de Empleados de Comercio; Ricardo Petraglia, concejal, candidato a intendente y titular del MID; y Christian Rath, dirigente nacional del PO. Entre los asistentes, se destacó la presencia de numerosos dirigentes sindicales, periodistas, docentes, médicos, jubilados, estudiantes, trabajadores y compañeros de los barrios organizados en el Polo Obrero.
Durante su exposición, Santamaría señaló que la crisis iba a afectar a la Argentina a partir del descenso en el precio de los commodities y de las dificultades para conseguir financiamiento interncacional; sin embargo, aclaró que nuestro país no iba a ser de los más perjudicados por la bancarrota. En este punto, expresó las ilusiones de algunos sectores que esperan que la crisis se circunscriba a las economías de los países centrales, sin notar que los Estados imperialistas buscarán descargar sus consecuencias sobre las naciones oprimidas.
Por su parte, Henestrosa denunció la continuidad anti-obrera entre las legislaciones de Menem-Cavallo y del matrimonio Kirchner. Señaló, entre otras cosas, que los empleados de comercio, una de las concentraciones obreras más numerosas de la ciudad, son obligados a trabajar sábados y domingos, que no se les paga horas extras y que, incluso, para solicitar un inspector laboral del Estado, deben hacerlo en Pergamino y subsidiarle el costo del viaje y la estadía. En relación a los despidos y suspensiones, manifestó que ya se estaban produciendo por miles en todo el país, y convocó a los compañeros del Partido Obrero de Junín a organizar un próximo debate sobre la situación del movimiento obrero frente a la crisis.
La necesidad de elaborar un programa de salida al derrumbe fue uno de los ejes de la mesa. Petraglia, luego de enfatizar la naturaleza financiera de la crisis, diferenciándola de lo que denominó la economía real, propuso una deliberada intervención estatal orientada a favorecer el desarrollo de las PyMEs, rediseñar el régimen impositivo, impulsar una política social transparente y no clientelística y evitar la fuga de capitales a través de regulaciones más eficientes y mayores controles.
La intervención de Christian Rath apuntó a desnudar la naturaleza capitalista de la bancarrota, que tiene su origen en una colosal crisis de sobreproducción. Denunció la superexplotación laboral y las burbujas financieras como dos intentos de los capitalistas por evitar la tendencia decreciente de la tasa de ganancia. Rath puso de relieve que el derrumbe capitalista ponía en cuestión una organización social que, regida por el fin de lucro, sólo tenía para ofrecer a las masas una mayor pauperización de sus condiciones de vida. En este punto, defendió la necesidad de construir una alternativa obrera y socialista.
Luego de las exposiciones, se sucedieron numerosas intervenciones del público, que participó ávido del debate. No tardó en emerger la situación de los ferrocarriles, problemática siempre latente en Junín. Los célebres talleres ferroviarios, donde trabajaban más de 5000 obreros, se encuentran hoy absolutamente devastados. Es clara la incapacidad del actual régimen social para proceder a una reconstrucción del sistema ferroviario nacional, lo cual implicaría una reorganización planificada del transporte en su conjunto, algo incompatible con un sistema dominado por la connivencia de intereses entre los sucesivos gobiernos y la patria contratista.
En cuanto al tema salarial, desde el público un dirigente sindical justificó la política del gobierno y de la burocracia, argumentando que los salarios deben ajustarse a las necesidades de la competencia capitalista. Rath lo refutó, explicando que siguiendo el razonamiento de sostener la “competitividad” de la industria nacional, los trabajadores argentinos no deberían pedir mayores salarios que los trabajadores chinos. Sin embargo, manifestó, de lo que se trata es de proteger las condiciones de vida de las masas frente a la crisis, lo cual sólo es posible a partir de luchar por un aumento general de los salarios, que eleve su poder adquisitivo al costo de la canasta familiar, lo cual impulsaría decisivamente el mercado interno.
Sobre el final, muchos resaltaron el valor de la mesa ante la carencia de debate político organizado en Junín, felicitaron al Partido Obrero de la localidad por la iniciativa, adquirieron nuestros materiales y dejaron sus datos para participar de futuras actividades.