miércoles, 31 de diciembre de 2008

Grecia: las alternativas políticas en disputa

El gobierno derechista del primer ministro Costas Karamanlis (Nueva Democracia) está haciendo frente a la rebelión popular más grande de la historia de Grecia desde la caída de la "dictadura de los coroneles", en 1974.
Bancarrota
El trasfondo de la rebelión popular es la completa bancarrota de Grecia, brutalemente golpeada por la crisis capitalista.
La Bolsa de Atenas, cuyo índice a comienzos de año estaba en los 5.000 puntos, ha caído por debajo de los 1.900 puntos. La inversión externa ha desaparecido: cayó de 31.300 millones de euros en 2006 a 4.600 millones en 2007. Como indica la caída de la bolsa, sigue... La deuda pública alcanza al 94% del PBI (sólo superada en Europa por Italia). Las deudas de las familias se han quintuplicado en los últimos años (saltaron de 16,8 a 93,3 miles de millones de euros); el corte del crédito ha puesto a millones de familias ante la perspectiva de la confiscación de sus bienes. Los hijos de estas familias endeudadas son los que han salido a las calles.
Para rescatar a los bancos griegos, el gobierno derechista anunció un "paquete de salvataje" de 28.000 millones de euros... mientras recorta los servicios sociales y congela los salarios.
El derrumbe industrial es abismal. La principal industria griega -la construcción de barcos y la operación de líneas de carga marítimas- se ha derrumbado en un 18%. Cien mil trabajadores dependen directamente de esta industria. Las caídas se extienden por todas las ramas: textiles (10%), metal (9%), electrónicos (22%). El desempleo está creciendo, presionando a la baja los salarios y las condiciones laborales, que se encuentran entre las más bajas de la Unión Europea. El salario medio es de 789 euros, apenas por encima del polaco (785 euros) y muy lejos del de Portugal (1.080 euros).
Presupuesto y FMI
El gobierno no tiene política frente a la crisis: en el presupuesto se limita a repetir el presupuesto del año anterior. Durante la discusión del presupuesto, el ex primer ministro socialista, Costa Simitis (Pasok), denució que Grecia está quebrada, que posiblemente sea expulsada de la zona euro y reclamó la intervención del FMI. Otros dos ex ministros socialistas -Christos Verelis y Thodoros Pangalos- reclamaron la designación de un virtual dictador económico "supra-partidario" consensuado entre los dos partidos y/o el establecimiento de un gobierno de "unidad nacional" entre Nueva Democracia y el Pasok para manejar la bancarrota. Un tercer ministro socialista -Alecos Papadopoulos- propuso invitar oficialmente al FMI o a otra institución internacional similar a tomar el control y manejar la economía del país ("Diario de la rebelión en Grecia, Día 16", Savas Matsas).
Crisis política
El gobierno derechista tiene una mayoría parlamentaria extremadamente débil: apenas un voto. Con ello debe hacer frente, además de la rebelión popular y la bancarrota, a denuncias de corrupción. La más reciente involucra a varios ministros en un negociado de tierras, en el que también está envuelto un monasterio de la Iglesia Ortodoxa, que envuelve coimas por 100 millones de euros. Como consecuencia del escándalo ya renunciaron el portavoz del gobierno y el ministro de la marina mercante (cuya esposa actuó como escribana de la operación). El gobierno de la derecha está en ruinas.
¿Cuáles son las alternativas que se plantean?
En el debate parlamentario, los voceros del Pasok ya señalaron una: un gobierno de "unidad nacional" del FMI. Pasok y Nueva Democracia son los partidos que han co-gobernado Grecia desde la caída de la dictadura. Cualquier acuerdo con el Fondo Monetario significará congelamiento de salarios y liquidación masiva de conquistas sociales de los trabajadores. Algunos objetan que tal gobierno, si pudiera formarse, dejaría un enorme hueco político a la izquierda.
El jefe del Pasok, por su parte, reclamó que se realicen elecciones anticipadas. Todos los partidos de oposición respaldaron este reclamo; la única excepción es el KKE (stalinista). Bastaría que sólo dos diputados abandonaran Nueva Democracia para que el gobierno cayera y fuera obligatoria la convocatoria a elecciones. Pasok -en el cuadro de la rebelión- supera a Nueva Democracia en las encuestas, pero no obtendría la mayoría y debería formar una coalición.
El Pasok está dividido en dos alas, una socialdemócrata y otra nacionalista, que tiene preemincencia (The Economist, 13/12). Los nacionalistas del Pasok podrían favorecer una alianza con los stalinistas (KKE), que son recontra chauvinistas. El KKE ha sido el partido más hostil a la rebelión: ha calificado a los jóvenes como... "agentes de la CIA" (un periódico de la extrema derecha ha llegado a titular "la policía es inservible (...) que el KKE reestablezca el orden público"). Un gobierno Pasok-KKE sería un gobierno contra la juventud y contra las clase obrera.
Syriza
Pasok podría intentar formar una coalición con Syriza (Alianza de Izquierda). Syriza está integrada por los antiguos "eurocomunistas" en alianza con fuerzas menores -KOE (Organización Comunista de Grecia, stalinistas de izquierda); DEA (Izquierda Internacionalista de los Trabajadores, trotskistas ligados a la Organización Socialista Internacional de Estados Unidos), Kokkino ("Rojo", una escisión del DEA) y grupos ecologistas. Syriza integra el Foro Social Europeo.
Syriza fue la única fuerza parlamentaria que intervino en la rebelión estudiantil. Su programa plantea la democratización de la policía, la reforma educativa que incluya el ingreso libre a la universidad, medidas de apoyo económico a los jóvenes desempleados y a los que sufren la precariedad laboral. Con una fuerte inserción en el movimiento estudiantil, Syrinza se opone a la consigna de los sectores "radicales": de huelga general hasta la caída del gobierno de asesinos.
Por su conformación y por su programa -retiro de Grecia de la Otan y cierre de las bases norteamericanas; retiro de Grecia del Tratado de Lisboa y del Pacto de Estabilidad de la Unión Europea, re-nacionalización de todas las empresas privatizadas- Syriza es una formación similar a Refundación Comunista de Italia o al Linke (Izquierda) de Alemania. Lothar Bisky, secretario general del Linke alemán, ha participado asiduamente en los actos de Syriza.
Gracias a su participación en el movimiento de lucha, Syriza está creciendo. Sus voceros aparecen constantemente en la TV y las encuestas lo ponen en el tercer lugar, con el 12% de la intención de voto; por primera vez, Syriza supera electoralmente al stalinismo.
¿Aceptará Syriza un cogobierno con el Pasok? Alexis Tsipras, su principal dirigente, lo negó: "quizás puedan encontrar una izquierda que no los moleste y se quede en su propio mundo en Perissos (sede central del KKE) pero no en nuestra izquierda de los movimientos y las luchas" (www.ana-mpa.gr). Sin embargo, la orientación pro-Pasok de Syriza en los gobiernos municipales y en los sindicatos, y la presión de la fuerte ala derecha de la coalición dejan abierta, según muchos analistas, esa posibilidad.
Un gobierno Pasok-Syriza sería altamente contradictorio, inestable y una fuente de crisis políticas; The Economist (13/12) dice que que los propios "dirigentes del Pasok dudan de que pueda funcionar".
La caída del gobierno de Nueva Democracia sería sólo una etapa de la crisis política. El ascenso de un nuevo gobierno -sea de "unidad nacional", pero en especial una "coalición de izquierda", cualquiera sea ella- abriría una fase kerenskiana.
Frente a las "salidas políticas" que se diseñan para enterrar la rebelión popular y hacer pasar un paquetazo fondomonetarista contra los trabajadores y la juventud explotada, defendemos el programa y la iniciativa que sostienen los revolucionarios griegos del EEK (Partido Revolucionario de los Trabajadores): Abajo Karanmalis, fuera el gobierno de los asesinos, defensa incondicional de la rebelión popular, huelga general, que la crisis la paguen los capitalistas.