El 29 y 30 de noviembre, con la presencia de representantes electos de más de 50 distritos, se realizó la Conferencia de Buenos Aires.
A través de los informes de los compañeros, la Conferencia pudo tener un panorama de la envergadura de la crisis social que se está incubando y que ya sacude a los principales gremios (empezando por las automotrices, UOM, en primer lugar los autopartistas, el cuero, los frigoríficos, las gráficas y la construcción). En los debates quedó de manifiesto que comienzan a observarse las primeras reacciones de los trabajadores, así como un creciente grado de inquietud en las fábricas. Un indicador de esta inquietud es el aumento en la colocación de la prensa en puertas de fábrica.
Teniendo en cuenta este panorama, la Conferencia votó profundizar el desarrollo de una campaña, dirigida hacia el movimiento obrero, por la prohibición de despidos y suspensiones; por el reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario; ninguna rebaja salarial. Esto incluye los actos que estamos realizando en puerta de fábrica. En segundo lugar, impulsar una campaña de pronunciamientos de comisiones internas, delegados y activistas. Como una extensión de esta misma campaña, incorporamos las iniciativas a favor de ordenanzas por la prohibición de despidos en ciertos distritos, como lo estamos haciendo en Mercedes, cuya función es contribuir a gestar un proceso de organización y lucha de los trabajadores.
Los trabajadores estatales y municipales
Otro de los puntos que acaparó el debate de la Conferencia es la situación de los trabajadores estatales y municipales.
La Conferencia caracterizó que vamos a enfrentar un cepo salarial más severo, a partir de que el presupuesto de la provincia para 2009 está hecho sobre la base de aumento cero para los empleados públicos. Esta situación va a recrear las tendencias a la lucha salarial que fueron abortadas el año pasado por la burocracia.
En lo que se refiere a la evolución subjetiva, asignamos enorme importancia al resultado de la reciente elección docente para las juntas de clasificación, que representó, por un lado, una paliza para la burocracia de Baradel y, por el otro, un ascenso de las corrientes combativas y antiburocráticas. La Conferencia consideró a este hecho como uno de los primeros indicadores de desbloqueo político, a diferencia de lo que ocurrió en Capital, que había refrendado a la dirección kirchnerista. Partiendo de estas consideraciones, una de las conclusiones de la Conferencia fue la necesidad de un gran trabajo político preparatorio, en particular en ATE y docentes, con la conciencia de que se producirá una reapertura de una lucha el año que viene.
Otro capítulo es el de los municipales. Numerosos delegados destacaron que los reclamos en cada municipio están ganando en intensidad (en Bahía, los trabajadores pasaron por encima de la burocracia y reclaman el 30 por ciento). La Conferencia resolvió convertir el reclamo del 30 por ciento y la divulgación de la huelga de Bahía en un eje de agitación.
Un programa y un método de acción
Tanto en la sesión plenaria como en las comisiones, los delegados destacaron que el desarrollo de la crisis vuelve a recrear la cuestión del hambre y la desocupación. La Conferencia votó una plataforma que tiene como reivindicación central: el derecho al trabajo y el seguro al parado, igual al salario mínimo. Complementariamente a ello, reclamamos el aumento de los planes de empleo en idéntico valor. La crisis fiscal está colocando en virtual colapso toda la obra pública, empezando por la vivienda, como lo muestra el Plan Federal, que apenas ha concluido el 20% de las casas proyectadas.
Estamos en presencia de grandes cuestiones sociales. Por ejemplo, la cuestión habitacional está presente no sólo en los sectores más carenciados: también sacude a los trabajadores, agobiados por los alquileres, la desaparición del crédito hipotecario, la ausencia de planes de vivienda popular y el acaparamiento de los terrenos aptos por parte de la especulación inmobiliaria. (En Lomas acaba de dar lugar a un impresionante movimiento de lucha, que abarca a 5.000 familias.)
La Conferencia voto una tarea sistemática de agitación en torno a estas cuestiones.
El gobierno de Scioli
La Conferencia caracterizó la descomposición política del gobierno de Scioli. Lo revela la ruptura Solá, el retiro de los ministros del gobierno de la provincia, alineados con Duhalde, y el atrincheramiento de los K con los "barones del conurbano" para las elecciones internas del PJ. Scioli desplazó a todo el personal "renovador" para apoyarse en la logia de los intendentes. Pero en los distritos donde gobiernan los renovadores, los nuevos intendentes implementan el mismo libreto de Macri, en especial a favor de la especulación inmobiliaria y el fracaso de las expectativas que provocaron facilita el regreso de los Villordo, Quindimil, Villaverde.
Otra faceta de la descomposición política son los distritos donde gobierna la patota. Un distrito emblemático es Merlo, donde estamos embarcados en una campaña política contra los atropellos de Othacehé y en defensa de las libertades democráticas. En torno a este eje, la Conferencia aprobó impulsar la constitución de un frente de lucha.
Otro capítulo son los distritos agrarios del interior, donde se manifiesta el fracaso veloz del proyecto que pretendía transformar al capital agrario en el líder de una nueva etapa de desarrollo capitalista. La Conferencia mandató al nuevo comité de la provincia electo a precisar un plan de intervención, que debe tener por eje a los obreros agrícolas y de los pueblos vinculados con la actividad agraria.
Reclutamiento, prensa y locales
La Conferencia discutió el problema de trabajar para que los luchadores y activistas desarrollen una conciencia crítica de la bancarrota capitalista mundial, o sea una conciencia socialista, lo cual está ligado a la construcción del Partido Obrero. Fue el punto que suscitó el mayor debate. Los delegados destacaron los obstáculos que enfrentamos en la colocación de la prensa y en las incorporaciones de nuevos compañeros, pero obviamente se trata de la expresión de la etapa precedente. De todos modos, la nueva etapa no producirá un cambio cualitativo en forma automática, pues no se trata de ocupar los vacíos que dejan los partidos tradicionales del capital sino de luchar por ganar a los luchadores y a las masas a una conciencia de clase, o sea socialista, de la crisis en desarrollo.
La conferencia colocó al reclutamiento como una cuestión central, pues debe ser el remate de una lucha integral, pero que sólo puede avanzar como una tarea metódica de intercambio de experiencias y de discusión con los activistas, y como una relación específica que debe asumir cada círculo y cada militante. Con esta concepción se fijaron objetivos de venta de Prensa Obrera y objetivos de reclutamiento. Para apoyar este desarrollo se votó un plan de apertura de locales y la revitalización de todos los que ya existen.
A través de los informes de los compañeros, la Conferencia pudo tener un panorama de la envergadura de la crisis social que se está incubando y que ya sacude a los principales gremios (empezando por las automotrices, UOM, en primer lugar los autopartistas, el cuero, los frigoríficos, las gráficas y la construcción). En los debates quedó de manifiesto que comienzan a observarse las primeras reacciones de los trabajadores, así como un creciente grado de inquietud en las fábricas. Un indicador de esta inquietud es el aumento en la colocación de la prensa en puertas de fábrica.
Teniendo en cuenta este panorama, la Conferencia votó profundizar el desarrollo de una campaña, dirigida hacia el movimiento obrero, por la prohibición de despidos y suspensiones; por el reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario; ninguna rebaja salarial. Esto incluye los actos que estamos realizando en puerta de fábrica. En segundo lugar, impulsar una campaña de pronunciamientos de comisiones internas, delegados y activistas. Como una extensión de esta misma campaña, incorporamos las iniciativas a favor de ordenanzas por la prohibición de despidos en ciertos distritos, como lo estamos haciendo en Mercedes, cuya función es contribuir a gestar un proceso de organización y lucha de los trabajadores.
Los trabajadores estatales y municipales
Otro de los puntos que acaparó el debate de la Conferencia es la situación de los trabajadores estatales y municipales.
La Conferencia caracterizó que vamos a enfrentar un cepo salarial más severo, a partir de que el presupuesto de la provincia para 2009 está hecho sobre la base de aumento cero para los empleados públicos. Esta situación va a recrear las tendencias a la lucha salarial que fueron abortadas el año pasado por la burocracia.
En lo que se refiere a la evolución subjetiva, asignamos enorme importancia al resultado de la reciente elección docente para las juntas de clasificación, que representó, por un lado, una paliza para la burocracia de Baradel y, por el otro, un ascenso de las corrientes combativas y antiburocráticas. La Conferencia consideró a este hecho como uno de los primeros indicadores de desbloqueo político, a diferencia de lo que ocurrió en Capital, que había refrendado a la dirección kirchnerista. Partiendo de estas consideraciones, una de las conclusiones de la Conferencia fue la necesidad de un gran trabajo político preparatorio, en particular en ATE y docentes, con la conciencia de que se producirá una reapertura de una lucha el año que viene.
Otro capítulo es el de los municipales. Numerosos delegados destacaron que los reclamos en cada municipio están ganando en intensidad (en Bahía, los trabajadores pasaron por encima de la burocracia y reclaman el 30 por ciento). La Conferencia resolvió convertir el reclamo del 30 por ciento y la divulgación de la huelga de Bahía en un eje de agitación.
Un programa y un método de acción
Tanto en la sesión plenaria como en las comisiones, los delegados destacaron que el desarrollo de la crisis vuelve a recrear la cuestión del hambre y la desocupación. La Conferencia votó una plataforma que tiene como reivindicación central: el derecho al trabajo y el seguro al parado, igual al salario mínimo. Complementariamente a ello, reclamamos el aumento de los planes de empleo en idéntico valor. La crisis fiscal está colocando en virtual colapso toda la obra pública, empezando por la vivienda, como lo muestra el Plan Federal, que apenas ha concluido el 20% de las casas proyectadas.
Estamos en presencia de grandes cuestiones sociales. Por ejemplo, la cuestión habitacional está presente no sólo en los sectores más carenciados: también sacude a los trabajadores, agobiados por los alquileres, la desaparición del crédito hipotecario, la ausencia de planes de vivienda popular y el acaparamiento de los terrenos aptos por parte de la especulación inmobiliaria. (En Lomas acaba de dar lugar a un impresionante movimiento de lucha, que abarca a 5.000 familias.)
La Conferencia voto una tarea sistemática de agitación en torno a estas cuestiones.
El gobierno de Scioli
La Conferencia caracterizó la descomposición política del gobierno de Scioli. Lo revela la ruptura Solá, el retiro de los ministros del gobierno de la provincia, alineados con Duhalde, y el atrincheramiento de los K con los "barones del conurbano" para las elecciones internas del PJ. Scioli desplazó a todo el personal "renovador" para apoyarse en la logia de los intendentes. Pero en los distritos donde gobiernan los renovadores, los nuevos intendentes implementan el mismo libreto de Macri, en especial a favor de la especulación inmobiliaria y el fracaso de las expectativas que provocaron facilita el regreso de los Villordo, Quindimil, Villaverde.
Otra faceta de la descomposición política son los distritos donde gobierna la patota. Un distrito emblemático es Merlo, donde estamos embarcados en una campaña política contra los atropellos de Othacehé y en defensa de las libertades democráticas. En torno a este eje, la Conferencia aprobó impulsar la constitución de un frente de lucha.
Otro capítulo son los distritos agrarios del interior, donde se manifiesta el fracaso veloz del proyecto que pretendía transformar al capital agrario en el líder de una nueva etapa de desarrollo capitalista. La Conferencia mandató al nuevo comité de la provincia electo a precisar un plan de intervención, que debe tener por eje a los obreros agrícolas y de los pueblos vinculados con la actividad agraria.
Reclutamiento, prensa y locales
La Conferencia discutió el problema de trabajar para que los luchadores y activistas desarrollen una conciencia crítica de la bancarrota capitalista mundial, o sea una conciencia socialista, lo cual está ligado a la construcción del Partido Obrero. Fue el punto que suscitó el mayor debate. Los delegados destacaron los obstáculos que enfrentamos en la colocación de la prensa y en las incorporaciones de nuevos compañeros, pero obviamente se trata de la expresión de la etapa precedente. De todos modos, la nueva etapa no producirá un cambio cualitativo en forma automática, pues no se trata de ocupar los vacíos que dejan los partidos tradicionales del capital sino de luchar por ganar a los luchadores y a las masas a una conciencia de clase, o sea socialista, de la crisis en desarrollo.
La conferencia colocó al reclutamiento como una cuestión central, pues debe ser el remate de una lucha integral, pero que sólo puede avanzar como una tarea metódica de intercambio de experiencias y de discusión con los activistas, y como una relación específica que debe asumir cada círculo y cada militante. Con esta concepción se fijaron objetivos de venta de Prensa Obrera y objetivos de reclutamiento. Para apoyar este desarrollo se votó un plan de apertura de locales y la revitalización de todos los que ya existen.