Los docentes de la Capital están parando y movilizandose por un reclamo más que justo: el aumento salarial en un cuadro inflacionario. Se trata de una reivindicación sentida del conjunto de los trabajadores del país, que sufren el congelamiento de sus ingresos mientras aumenta sistemáticamente la canasta básica familiar.
Es por eso que Macri se ha volcado con fuerza a derrotar la lucha docente: no quiere que el conjunto de la docencia nacional tome un triunfo de los maestros de la Capital como un ejemplo para iniciar huelgas y movilizaciones por sus reivindicaciones. En definitiva, Macri constituye el laboratorio político a través del cual los capitalistas probarán su capacidad de descargar la crisis económica en curso sobre las espaldas de los explotados. Para Macri, la huelga de los docentes es una "prueba piloto". Si avanza sobre los maestros, reforzará luego su ataque a la salud, a la vivienda popular y a todas las conquistas sociales.
Sin embargo, la represión ha demostrado que en esta tarea, la de evitar cualquier aumento salarial, Macri tiene un aliado fundamental: el gobierno nacional de los Kirchner. La policía federal que atacó a los maestros de la Ciudad actúa bajo la orden del Ejecutivo nacional. Evidentemente, quien menos desea que los trabajadores del país tengan un ejemplo de lucha es la camarilla oficial que gobierna el país.
Lamentablemente para ellos, luego de la represión la lucha docente ha recibido un fuerte espaldarazo por parte de distintas organizaciones populares, sindicatos, centros de estudiantes. La propia CTERA a nivel nacional se ha visto obligada a convocar un paro en las escuelas de todo el país. Los trabajadores y los explotados repudian la represión sobre la docencia que levanta un planteo de todo el pueblo.
La burocracia de UTE, sin embargo, continúa administrando el paro con medidas aisladas unas de las otras, cuando la represión y la intransigencia del macrismo deberían ser respondidas con un enérgico plan de movilización y con la huelga general hasta triunfar. Esta es la perspectiva sobre la base de la cual tenemos que intervenir los luchadores en esta pelea.
Finalmente, si triunfan los maestros, vamos a defender mejor a los hospitales públicos, los centros culturales y talleres municipales que Macri quiere vaciar. Si triunfan los maestros, le abrimos paso al reclamo de un aumento salarial para todos los trabajadores, estatales y privados. Ello, cuando los Kirchner y "sus" empresarios quieren imponernos un congelamiento salarial, mientras fugan "sus" capitales. Por eso, la policía del gobierno nacional se puso a las órdenes de Macri para reprimir a los docentes.
Desde adentro y desde afuera de las escuelas; con asambleas de estudiantes, de padres y de vecinos en todos los distritos, tenemos que redoblar el apoyo a la huelga docente. Mauricio necesita una "lección", los maestros se la pueden dar.
Es por eso que Macri se ha volcado con fuerza a derrotar la lucha docente: no quiere que el conjunto de la docencia nacional tome un triunfo de los maestros de la Capital como un ejemplo para iniciar huelgas y movilizaciones por sus reivindicaciones. En definitiva, Macri constituye el laboratorio político a través del cual los capitalistas probarán su capacidad de descargar la crisis económica en curso sobre las espaldas de los explotados. Para Macri, la huelga de los docentes es una "prueba piloto". Si avanza sobre los maestros, reforzará luego su ataque a la salud, a la vivienda popular y a todas las conquistas sociales.
Sin embargo, la represión ha demostrado que en esta tarea, la de evitar cualquier aumento salarial, Macri tiene un aliado fundamental: el gobierno nacional de los Kirchner. La policía federal que atacó a los maestros de la Ciudad actúa bajo la orden del Ejecutivo nacional. Evidentemente, quien menos desea que los trabajadores del país tengan un ejemplo de lucha es la camarilla oficial que gobierna el país.
Lamentablemente para ellos, luego de la represión la lucha docente ha recibido un fuerte espaldarazo por parte de distintas organizaciones populares, sindicatos, centros de estudiantes. La propia CTERA a nivel nacional se ha visto obligada a convocar un paro en las escuelas de todo el país. Los trabajadores y los explotados repudian la represión sobre la docencia que levanta un planteo de todo el pueblo.
La burocracia de UTE, sin embargo, continúa administrando el paro con medidas aisladas unas de las otras, cuando la represión y la intransigencia del macrismo deberían ser respondidas con un enérgico plan de movilización y con la huelga general hasta triunfar. Esta es la perspectiva sobre la base de la cual tenemos que intervenir los luchadores en esta pelea.
Finalmente, si triunfan los maestros, vamos a defender mejor a los hospitales públicos, los centros culturales y talleres municipales que Macri quiere vaciar. Si triunfan los maestros, le abrimos paso al reclamo de un aumento salarial para todos los trabajadores, estatales y privados. Ello, cuando los Kirchner y "sus" empresarios quieren imponernos un congelamiento salarial, mientras fugan "sus" capitales. Por eso, la policía del gobierno nacional se puso a las órdenes de Macri para reprimir a los docentes.
Desde adentro y desde afuera de las escuelas; con asambleas de estudiantes, de padres y de vecinos en todos los distritos, tenemos que redoblar el apoyo a la huelga docente. Mauricio necesita una "lección", los maestros se la pueden dar.