jueves, 23 de octubre de 2008

Una salida obrera y socialista al derrumbe capitalista

La sociedad asiste a la mayor crisis económica de su historia. El mito kirchnerista de que la Argentina se encontraba inmune frente a la bancarrota capitalista mundial se derrumbó a la par de las bolsas y los bancos. Mientras el gobierno de los Kirchner permite la fuga del país de 23.000 millones de dólares en un año, anota a la Argentina en la baquita internacional para rescatar a los banqueros: ha prometido el pago de la deuda ilegítima con el Club de París y los bonistas. Sin embargo, todos los salvatajes de las últimas semanas fracasaron: ningún Estado del mundo tiene los fondos para rescatar al capital en su conjunto.
Una de las expresiones de la bancarrota es la fabulosa crisis fiscal del Estado. El gobierno se vio obligado a estatizar a las quebradas AFJP para hacer frente a los vencimientos de la deuda hasta fines del 2009. Es decir, que para salvar a los acreedores internacionales, seguirán confiscando a los jubilados, que cada vez están más lejos del 82% móvil.
Esta crisis fiscal se manifiesta particularmente aguda en Junín. El gobierno de Meoni se encuentra paralizado y sale constantemente ha reclamarle a los trabajadores juninenses que paguen con mayor carestía el quebranto de las cuentas municipales. Sin embargo, el intendente oculta que es él el principal responsable del colapso del municipio, ya que ha ofrecido un verdadero paraíso fiscal para las patronales capitalistas de todos los rubros. En vez de establecer impuestos progresivos y elevados a los grandes capitales que se llevan fortunas de la ciudad, Meoni optó por paralizar la obra pública y reducir el gasto social. En este punto, actúa en el mismo sentido que los gobiernos de Scioli y Cristina.
Las patronales del campo y de la industria, con la Mesa de Enlace sojera y la Unión Industrial a la cabeza, pugnan por una mega devaluación del peso. Buscan proteger sus ganancias y descargar la crisis sobre los trabajadores, que veremos desvalorizados nuestros salarios y jubilaciones, así como los presupuestos de educación, salud y vivienda.
Para hacer frente a esta situación, los trabajadores debemos deliberar sobre la crisis y elaborar un programa propio, es decir, construir una alternativa popular al derrumbe capitalista.
En primer lugar, es necesario detener la sangría financiera y concentrar los ahorros nacionales en función de las necesidades populares; es necesario entonces nacionalizar sin pago el sistema bancario y establecer el monopolio estatal del comercio exterior y el control de cambios. En segundo lugar, hay que prohibir los despidos y suspensiones y repartir las horas de trabajo sin afectar el salario donde haya caído la producción. En tercer lugar, establecer un aumento general de salarios y jubilaciones y reabrir las paritarias, en especial ahora que hay una amenaza hiperinflacionaria. En cuarto lugar, rechazar los impuestazos al pueblo trabajador y diseñar un sistema de impuestos progresivos y elevados al capital. Por último, en oposición a la sumisión de los políticos y del gobierno a los planes de rescate de los acreedores internacionales y de los banqueros, es necesario un congreso económico y político, que deberían convocar la CGT y la CTA, para elaborar un plan de emergencia a cargo de los trabajadores.
Con gran velocidad, la crisis financiera amenaza con transformarse en una crisis social y política sin precedentes. Llamamos a toda la sociedad de Junín a reflexionar sobre el problema y a participar de la mesa redonda de debate, el viernes 31 de octubre a las 19 hs, en el Aula Magna de la UNNOBA, donde se verán expuestas diversas posturas, que recorren gran parte del arco político de la ciudad.